En la CNTP se presenta como un gas incoloro, más ligero que el aire (sólo 9 gases en la atmósfera son más ligeros que el aire, siendo la amoníaco el 5º) y tiene un olor muy fuerte, el cual sirve de advertencia indicando su presencia incluso en concentraciones muy pequeñas (desde 5 ppm). Amonio es un gas producido naturalmente en el proceso biológico y es parte importante del ciclo del
nitrógeno en la tierra. El volumen de amoníaco producido por el hombre es equivalente a sólo el 3% de la cantidad total presente en la naturaleza (4). Además, el amoníaco es altamente soluble en agua formando una solución conocida como hidróxido de amoníaco, o en el Brasil amoníaco, (NH4OH), normalmente utilizado en limpieza doméstica.
Amonio no destruye la capa de ozono y, por tener un tiempo de vida corto en la atmósfera (máximo 15 días), tampoco contribuye al efecto invernadero. Además, debido a sus excelentes propiedades termodinámicas, el amonio requiere menos energía primaria para producir una cierta capacidad de refrigeración que casi todos los demás refrigerantes, de modo que el efecto indirecto del calentamiento global (TEWI) debido a la utilización de la energía a partir de las energías las centrales de carbón (principalmente en los países del norte) también es uno de los más bajos disponibles.
Comercialmente el amoníaco se produce a partir de la combinación de nitrógeno libre con hidrógeno a alta presión y temperatura en presencia de un catalizador. El amoníaco anhidra es el líquido obtenido del gas amoníaco puro (99.95%), técnicamente sin humedad, y ese es el fluido utilizado en los ciclos de refrigeración.