Para manipular y ajustar la presión de trabajo, es necesario poseer un Manifold propio para este gas, pues sería mucho más fácil, y lógicamente sería la forma correcta de trabajar.
Al utilizar el Manifold, muchas personas se orientan sólo por la escala en PSI del manifold. Esto no está mal, pero para quien ha visto uno, sabe que hay varias escalas en su pantalla, una para cada tipo de refrigerante que se hizo para ser utilizado.
Siguiendo la escala correcta para cada fluido refrigerante: vamos a tomar como ejemplo el fluido refrigerante R-22, pues es más común y más utilizado. Cuando aprendemos la presión correcta, lo más común es saber que la presión de trabajo de la "baja" es 60 PSI, si miramos a la escala relativa al R-22 veremos que alineado aproximadamente a 60 PSI tenemos el número "0", pues entonces , esta es la escala a seguir y la presión correcta, "0" quiere decir la presión correcta y entonces viene los números más o menos (con una señal de -) diciendo si sobra o falta gas (presión) en la máquina. Según estos pasos, podemos utilizar cualquier manifold para cualquier gas, de la forma correcta.
En el caso del R-410A, es lo mismo, sigue la escala para él, pero para quien no tiene un manifold para R-410A, explico que este fluido refrigerante trabaja con la presión 1,6 veces a la presión del R-22 , o sea:
En el caso de que el rango de trabajo en PSI del R-22 en la "baja" (línea de succión) se sitúa entre 55 y 80 psi, que en la tabla de temperatura corresponde entre -1 y 8 grados Celsius, se ha convenido para usar la " una franja más estricta entre 60 y 65 como ideal. El fluido refrigerante R-410A trabaja con la misma referencia de temperatura, pero las presiones son alrededor de 72 a 104 psi.
La presión ideal de trabajo varía de acuerdo con los equipos y aplicaciones a ser utilizadas, siendo que para aire acondicionado se inicia entre 100 yendo a un máximo de 150 psi.
Se debe tener en cuenta que la presión de descarga (línea de líquido) debe tenerse en cuenta y que la misma no deberá pasar de 360 psi o salvo otras orientaciones de los fabricantes, que constan en los manuales de instalación.
Una buena manera de orientarse es tener en cuenta la temperatura de trabajo, es decir, si la misma es 10 grados se lleva el gas refrigerante a producir esa temperatura.