- Baja carga térmica.
- Compresor defectuoso.
- Voltaje de alimentación eléctrica muy alta o muy baja.
- Termostato defectuoso.
- Restricción en el circuito de refrigeración.
- Dispositivo de expansión con hielo u obstruido.
- Poco flujo de aire en la unidad interna (evaporadora) o externa (condensadora).
- Suministro de alimentación eléctrica defectuoso.
- Daños en la válvula reversora o trabada (unidades de bomba de calefacción).