El deshielo al aire sólo se puede utilizar cuando la temperatura de la cámara es superior a la temperatura de congelación, siendo que debe efectuarse durante los períodos en los que la cámara no necesita refrigeración y el sistema frigorífico está apagado.
Durante el ciclo de deshielo, el ventilador de los evaporadores continúa operando, lo que
provoca el derretimiento del hielo formado sobre la superficie de los evaporadores. Este sistema de deshielo es normalmente controlado por temporizador.
Algunos sistemas pueden necesitar largos períodos de deshielo, provocando una
variación excesiva de la temperatura de la cámara. Además, parte de la humedad formada sobre la superficie del evaporador durante el deshielo será transferida nuevamente al ambiente, es decir, al aire, de la cámara. Por lo tanto, este sistema de deshielo no es recomendado para cámaras que deben mantenerse con baja humedad relativa y con temperaturas inferiores a + 2ºC.