Eliminar gases incondensables del interior del sistema (aire, nitrógeno);
La presencia de gases incondensables provoca la variación de las presiones de funcionamiento del sistema y la reducción de su capacidad.
- Deshidratar el sistema, es decir retirar la humedad contenida en su interior;
La humedad es capaz de producir efectos aún más dañinos, tales como: oxidación de las partes metálicas, alteración en la densidad del aceite y consecuente pérdida de lubricación. Pero el peor efecto resulta de la formación de un ácido, cuando la humedad reacciona con el fluido refrigerante y el aceite del sistema; este ácido corroe el barniz del bobinado del compresor provocando su quema.