Con el sobrecalentamiento alto, el refrigerante que retorna al compresor se
se encuentra a una temperatura por encima de lo normal (proyectado), con lo que aumenta la
temperatura en el interior del compresor y provoca la alteración de la viscosidad del aceite.
En casos extremos (fuga de refrigerante, por ejemplo), el aceite puede alcanzar
a temperaturas superiores a 177ºC y carbonizar.