La humedad, asociada a refrigerantes halogenados, a aceite ya altas temperaturas, provoca los siguientes problemas en el sistema:
- Congelación en la sede de la válvula de expansión - impide el paso de refrigerante al evaporador, reduciendo la presión en el mismo y apagando el compresor por la acción del presostato de baja. Una vez apagado el compresor, el hielo en la válvula y derretido, la temperatura y la presión cercanas a la válvula se elevan, el compresor vuelve a funcionar y el ciclo se repite.
Con arranques y desconexiones frecuentes, el motor del compresor tiende a quemarse.
- Formación de ácido clorhídrico y fluorhídrico - estos ácidos atacan partes metálicas del sistema, visores de vidrio y barniz de aislamiento, ocurriendo entonces deposición de cobre, lo que provoca defectos mecánicos y debilitamiento del aislamiento del motor que resulta en su quema.
- Descomposición del aceite lubricante - el aceite descompuesto forma un lodo grueso, que entene los canales de lubricación y eventualmente traba piezas móviles del compresor. El resultado de esto y el encastre o quema del motor.
- Deposición de cobre - el cobre y removido de los tubos en pequeñas partículas y, posteriormente, se deposita en zonas de altas temperaturas, como cigüeñales, válvulas de descarga y bombas de aceite. Este aumento de material en las partes móviles disminuye las holguras, provocando fallas mecánicas.
La constatación de la existencia de humedad puede hacerse por la verificación del color del elemento higroscópico del visor de líquido. El elemento higroscópico de la pantalla cambia de color a medida que absorbe humedad. Cuando se constata humedad en el sistema, se debe sustituir inmediatamente el filtro secador de líquido.