Los fluorocarbonos se descomponen cuando se exponen directamente a altas temperaturas. Por ejemplo, las llamas y los calentadores de resistencia eléctrica causarán la pirólisis de los vapores de fluorocarbono. Los productos de esta descomposición en el aire incluyen halógenos, ácidos halógenos (clorhídrico, bromhídrico) y
Otros compuestos irritantes. Aunque son mucho más tóxicos que el fluorocarbono que los originó, estos productos de descomposición irritan la nariz, los ojos y las vías respiratorias superiores, lo que significa una advertencia de su presencia.
El riesgo, en la práctica, es relativamente pequeño, ya que es difícil que una persona permanezca voluntariamente en presencia de productos de descomposición en concentraciones que pueden causar daño fisiológico.
Cuando se detectan estos irritantes productos fluorocarbonados, el área debe ser evacuada, ventilada y la causa del problema debe ser remediada.
Tales productos de descomposición térmica pueden, por ejemplo, formarse cuando los vapores son atraídos por el tabaco encendido. Por lo tanto, no está permitido fumar en presencia de vapores de fluorocarbono.