El aislamiento térmico es la capacidad de un material para reducir la entrada o salida de calor de un entorno a otro. Poliéster, fibra de vidrio, styrofoam, drywall, jardines verticales, brises y cobogós son algunos ejemplos de materiales y estructuras utilizados en el aislamiento térmico de muros.
En lugares más fríos, como países de Europa, el aislamiento se utiliza para conservar el calor en diferentes espacios, como casas, oficinas y edificios completos. Esto da como resultado un menor uso, por ejemplo, de calentadores.
A su vez, en lugares con altas temperaturas, especialmente en verano, el aislamiento térmico asegura temperaturas más suaves dentro de los edificios. Esto también contribuye al ahorro de energía con equipos como acondicionadores de aire.