Las causas más comunes son:
Problemas de sellado (fugas, pérdida de chorro, enfriamiento deficiente, etc.);
problemas relacionados con la bomba o partes del motor;
refrigeración
contaminación por aceite;
fugas en la carcasa de la bomba;
niveles muy altos de ruido y vibración;
problemas relacionados con el motor eléctrico.