El sistema puede ser presurizado con el propio refrigerante o nitrógeno seco y la fuga puede ser detectada con el uso de:
• Espuma de jabón: se debe hacer una espuma densa que contenga agua con jabón,
detergente o crema de afeitar, envolver soldaduras, juntas, conexiones, visores, válvulas y otros puntos sospechosos de fugas. La fuga se verifica mediante la formación de burbujas de aire.
• Detector electrónico: existen varios tipos de detectores electrónicos, pero todos funcionan de manera similar. Los detectores disponen de un sensor que al entrar en contacto con los fluidos refrigerantes crea una corriente que acciona un miliamperímetro o una lámpara de señalización o una alarma sonora. La respuesta (corriente, brillo de la lámpara, ruido de bocina) es proporcional al tamaño de la fuga. Es un método excelente y permite localizar pequeñas fugas. El uso y cuidado de mantenimiento se deben realizar de acuerdo con las instrucciones de cada fabricante.
Observaciones: En las pruebas en sistemas presurizados sólo con nitrógeno seco, sólo se puede utilizar el método de espuma de jabón.