- Seleccione una posición adecuada que permita acondicionar uniformemente todos los rincones de la habitación y que facilite el posicionamiento de la línea de refrigerante y el drenaje.
- Asegúrese de que el techo, la pared o el suelo sean lo suficientemente resistentes para soportar el peso de la unidad interior.
- Controlar que no existan obstáculos al flujo de aire tanto en el retorno como en el suministro.
- Los tubos de refrigerante entre las unidades interior y exterior deben mantenerse lo más cortos posible.
- Los tubos de evacuación del agua de condensación deben ser cortos y siempre inclinados hacia afuera.
- Los espacios recomendados para el servicio se encuentran en el manual del fabricante.
- Evite áreas que puedan tener fugas de gases inflamables;
- No coloque la unidad directamente a la luz del sol u otras fuentes de calor que puedan afectar su capacidad;
- No permita que entre aire externo en el espacio acondicionado, ya que se puede condensar mucha humedad en la descarga de aire de la unidad.