El aire acondicionado es sinónimo de comodidad, pero cuando empieza a hacer ruido puede provocar molestias y problemas de señal. Los ruidos extraños no siempre significan un defecto grave, pero es importante investigar para evitar fallos y pérdidas mayores en el futuro.
Ruidos crujientes: Expansión del material
Uno de los ruidos más comunes en las unidades de aire acondicionado es un ruido de estallido. Este sonido suele producirse cuando se enciende o apaga el equipo. Se debe a la expansión y contracción de las piezas de plástico y metal, provocada por los cambios de temperatura. Es un ruido normal, pero si es frecuente e intenso conviene realizar una revisión técnica.
Zumbido continuo: problemas con el ventilador
Si su aire acondicionado hace un zumbido constante, es posible que el ventilador interno o externo tenga suciedad acumulada, esté desequilibrado o tenga cojinetes desgastados. Este tipo de ruido también puede indicar que hay objetos que obstruyen el rotor. La limpieza y el mantenimiento preventivo son esenciales para solucionar este tipo de ruidos.
Ruido metálico o de golpeteo: Piezas sueltas
Si el sonido se asemeja a un golpe metálico, es posible que haya tornillos o soportes internos sueltos. Este problema puede empeorar con el uso continuo y causar mayores daños al motor o a las hélices. Si nota este ruido, apague el dispositivo y llame a un técnico especializado para que inspeccione el sistema.
Sonido silbante o silbido: Fuga de gas o problemas de flujo de aire
Un silbido podría ser señal de una fuga de refrigerante o de obstrucciones en el conducto de aire. En ambos casos el funcionamiento del dispositivo se ve comprometido. Las fugas de gas, además de reducir la eficiencia del sistema, pueden afectar al medio ambiente y la salud. Los problemas de flujo pueden ser causados por filtros sucios o mal ajustados.
Conclusión: Los ruidos deben tomarse en serio
El ruido del aire acondicionado nunca debe ignorarse. Incluso los sonidos que se consideran comunes pueden indicar piezas desgastadas o la necesidad de mantenimiento. La mejor manera de evitar problemas es mantener la limpieza al día, realizar controles periódicos y confiar en un profesional cualificado siempre que surja algo fuera de lo normal. Cuidar bien tu dispositivo te garantiza mayor comodidad, ahorro y durabilidad.