La entrada de humedad en un sistema de refrigeración en forma de hielo o agua es extremadamente rara. Es el vapor de agua en forma invisible en el aire del ambiente que produce el peligro real.
La capacidad del aire de contener vapor de agua es mayor cuanto más elevada es su temperatura. En un día caliente y húmedo de verano, el aire puede estar realmente cargado de humedad. La humedad relativa determina el punto de rocío, es decir, la temperatura en la cual la humedad contenida en el aire comienza a condensarse.
Aunque el hecho de que el vapor existe haciendo parte del aire que nos rodea, actúa completamente independiente del aire. El movimiento del vapor de agua no puede ser contenido por el movimiento del aire.
Normalmente, se considera en la práctica un excelente procedimiento la introducción de fluido refrigerante a presión positiva que no permite la entrada de aire en las líneas expuestas. Esto permite una protección razonable contra la entrada de aire, pero no es una protección suficiente contra la entrada de humedad y, si el evaporador está a una temperatura menor que la del punto de rocío del aire, el vapor de agua condensará dentro de la misma . Este proceso continuará hasta que la temperatura del evaporador se eleve por encima de la temperatura correspondiente de rocío o hasta que el sistema sea cerrado nuevamente.