Las cámaras frigoríficas son esenciales para conservar los alimentos perecederos en los supermercados, garantizando la calidad del producto y evitando el desperdicio. Para que funcionen eficientemente es fundamental mantener la temperatura correcta, evitando variaciones que puedan comprometer la seguridad alimentaria.
1. Ajuste y monitoreo de temperatura
Cada tipo de alimento requiere una temperatura específica para su conservación. La carne, los lácteos, las frutas y las verduras tienen diferentes recomendaciones. Lo ideal es seguir las normas de Anvisa y de los fabricantes para evitar el deterioro. Además, el uso de sensores y termómetros digitales permite un monitoreo constante, evitando fluctuaciones que puedan comprometer los productos.
2. Mantenimiento preventivo del sistema de refrigeración
Realizar mantenimiento periódico a los equipos es fundamental para evitar fallas que puedan comprometer el control de la temperatura. Esto incluye limpiar bobinas, verificar los niveles de gas refrigerante e inspeccionar los sellos de las puertas. Los sistemas de refrigeración defectuosos pueden aumentar el consumo de energía y causar pérdidas financieras.
3. Control del flujo de apertura de puertas
Abrir las puertas de las cámaras frigoríficas con demasiada frecuencia puede provocar cambios repentinos de temperatura. Para evitar este problema, se recomienda instalar cortinas de PVC y sensores de cierre automático, garantizando que la temperatura interior se mantenga estable incluso con el movimiento frecuente de empleados.
4. Organización interna de los productos
La forma en que se almacenan los alimentos dentro de la cámara frigorífica también influye en la temperatura. Dejar espacio entre los productos para que circule el aire frío es esencial para un enfriamiento uniforme. Además, los artículos deben organizarse según sus necesidades de refrigeración, asegurando que los más perecederos se almacenen en las zonas más frías.
5. Uso de tecnología para automatización y alarmas
Hoy en día, muchos supermercados invierten en sistemas automatizados que controlan y registran la temperatura de las cámaras frigoríficas. Si ocurre algún cambio fuera del estándar, se pueden enviar alarmas y notificaciones a los responsables, lo que permite actuar rápidamente para corregir el problema.
Conclusión
Mantener la temperatura correcta en las cámaras frigoríficas de los supermercados requiere una atención constante, desde la supervisión hasta el mantenimiento de los equipos. Con buenas prácticas y tecnologías de automatización, es posible asegurar una adecuada conservación de los alimentos, evitando pérdidas y garantizando la seguridad del consumidor.
