Obviamente será imposible prever la entrada de aire en el sistema cuando esté abierto a la atmósfera. Sin embargo, si la temperatura de las partes expuestas del sistema está por encima de la temperatura del punto de rocío o si el tiempo de exposición es corto, la cantidad que realmente entra en el sistema será pequeña. Si un nuevo filtro secador se instala en la línea de líquido cada vez que el sistema está abierto para el mantenimiento, el secador, que normalmente tiene suficiente capacidad de absorción, llevará la humedad del sistema a un nivel suficientemente pequeño.
Cuando el período de exposición es demasiado largo durante un mantenimiento, la cantidad de humedad existente puede ser mayor que la capacidad efectiva del secador. En este caso el vacío es el único medio efectivo de extraer del sistema grandes cantidades de humedad acumulada. Para poder realizar una deshidratación satisfactoria, proceder a la evacuación bajo presiones a niveles tan reducidos que la humedad pueda ser fácilmente vaporizada.