El término conductor eléctrico se utiliza para designar un producto diseñado para transportar corriente eléctrica (energía), siendo los cables eléctricos los tipos más comunes de conductores. El cobre es el metal más utilizado en la fabricación de conductores eléctricos para instalaciones residenciales, comerciales e industriales. Un cable es un conductor sólido, provisto de aislamiento, que se utiliza directamente como conductor de energía eléctrica. A su vez, la palabra cable se utiliza cuando se junta un conjunto de cables para formar un conductor eléctrico. Según la cantidad de hilos que componen un cable y el diámetro de cada uno, un conductor tiene distintos grados de flexibilidad. La norma brasileña NBR NM280 define algunas clases de flexibilidad para conductores eléctricos, a saber:
Clase 1: son conductores sólidos (alambres), que tienen un bajo grado de flexibilidad durante el manejo.
Clases 2, 4, 5 y 6: son aquellos conductores formados por varios hilos (cables), y cuanto mayor es la clase, mayor es la flexibilidad del cable durante su manipulación.