La refrigeración es uno de los mayores consumidores de electricidad, representando alrededor del 15% del consumo total en Brasil. Además de impactar en el medio ambiente, la refrigeración también pesa en el bolsillo de los consumidores, que pagan cada vez más por la energía. Por ello, es importante adoptar algunas medidas para ahorrar energía y reducir los costos de refrigeración, tales como:
- Elija un sistema de refrigeración adecuado a su uso, prefiriendo los modelos más eficientes, con sello Procel o etiqueta Inmetro A.
- Regular la temperatura del termostato, evitando temperaturas demasiado bajas o demasiado altas, que podrían comprometer la calidad de los productos y el rendimiento del sistema.
- Limpiar y revisar periódicamente filtros, serpentines, ventiladores y otros componentes del sistema, eliminando polvo, grasa y otros residuos que puedan perjudicar el intercambio de calor y el flujo de aire.
- Aislar adecuadamente tuberías, puertas, ventanas y otros puntos de entrada o salida de aire, evitando pérdidas de calor y frío.
- Aprovechar la iluminación natural, los colores claros y la ventilación cruzada, para reducir la carga térmica del ambiente y la necesidad de refrigeración.
Siguiendo estos consejos podrás ahorrar hasta un 30% en electricidad con refrigeración, además de alargar la vida útil de tu sistema y productos.