La refrigeración es un proceso esencial para muchos tipos de negocios, como restaurantes, supermercados, industrias, hospitales, entre otros. Pero, ¿cómo elegir el mejor sistema de refrigeración para tu caso? Hay varios factores que se deben considerar, tales como:
- La capacidad frigorífica necesaria, que depende del tamaño del espacio, la cantidad y tipo de productos que se almacenarán o procesarán y las condiciones climáticas del lugar.
- El tipo de refrigeración, que puede ser por compresión, absorción, evaporación u otros métodos. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas, como eficiencia, coste, mantenimiento, ruido, impacto ambiental, etc.
- La calidad y seguridad del sistema, que debe garantizar una refrigeración adecuada, sin desperdicio de energía, sin riesgo de contaminación, sin fugas de fluidos, sin daños a equipos o productos, etc.
- Legislación y normas técnicas, que se deben seguir para evitar multas, sanciones o problemas legales. Algunas normas regulan aspectos como la temperatura, la humedad, la ventilación, la higiene, el etiquetado, la trazabilidad, etc.
Para elegir el mejor sistema de refrigeración para su negocio, se recomienda consultar a un profesional especializado, que pueda valorar sus necesidades, sus posibilidades y sus expectativas, y ofrecerle la mejor solución para su caso.
- Refrigeración por absorción: qué es, cómo funciona y cuáles son las ventajas
La refrigeración por absorción es un tipo de refrigeración que utiliza calor como fuente de energía, en lugar de electricidad. En este sistema, se utiliza calor para evaporar un fluido refrigerante, que luego es absorbido por otro fluido, llamado absorbente. Luego, el refrigerante absorbido se calienta y presuriza y pasa a través de un condensador, donde libera calor y se licua. Luego, el refrigerante líquido se expande y enfría y regresa al evaporador, donde el ciclo comienza nuevamente.