La rotación del impulsor provoca la aceleración del vapor de refrigerante en las rayas del impulsor, aumentando la velocidad y la energía cinética.
El vapor refrigerante acelerado sale del impulsor y entra a los conductos de la placa difusora. Estos pasajes comienzan pequeños y se ensanchan a medida que la soda los atraviesa. A medida que aumenta el tamaño de los pasajes, disminuye la velocidad y, por lo tanto, la energía cinética del refrigerante.
La primera ley de la termodinámica dice que la energía no se pierde, se convierte de una forma a otra. Por lo tanto, la energía cinética del refrigerante se convierte en energía potencial o de presión.
Soda, ahora a una presión más alta, se mueve a la voluta, la región espacial más grande. La voluta también se ensancha a medida que el refrigerante se mueve a través de ella. Nuevamente, a medida que aumenta el tamaño de la voluta, la energía cinética se convierte en energía potencial.
