• Nunca arranque un compresor sin antes comprobar que su registro de descarga está abierto.
• Nunca deje que el compresor funcione en vacío. Es importante la regulación del presostato de baja.
• Ajuste la temperatura de la tubería de succión de los compresores (sobrecalentamiento). Las temperaturas de funcionamiento altas pueden provocar deterioro del aceite lubricante y envejecimiento del aislamiento del devanado de los motores. Normalmente en los compresores de enfriamiento la temperatura deberá estar entre +10 C y +15 C y en los compresores de congelados entre -10C y -5C.
• Evite el retorno de líquido a los compresores. El golpe de líquido puede provocar quebras mecánicas. No siempre la formación de hielo en la entrada de succión de los compresores significa retorno de líquido. Temperatura del orden de -5C en sistemas de congelados pueden formar hielo.
• En la actuación de la protección térmica, de los presostatos de alta o de aceite, verifique siempre el motivo de la actuación de los mismos antes de volver a conectar el compresor.
• Elimine siempre vibraciones excesivas en los compresores o en las tuberías acopladas, ya que pueden provocar fugas.
• Compruebe siempre el nivel de aceite del pulmón y las boyas de los compresores, así como el funcionamiento de la bomba y del presostato de aceite.
• Mantenga siempre el compresor limpio. Este procedimiento ayuda en la visualización de posibles fugas en el mismo.
• Compruebe siempre la pérdida de presión en los filtros de succión.
• Compruebe la tensión de alimentación. Tensiones fuera de los límites pueden provocar que se queman los motores.