El gas refrigerante es esencial para el correcto funcionamiento del aire acondicionado. Es el encargado de enfriar el aire que circula en el ambiente. Sin embargo, contrariamente a lo que mucha gente piensa, el gas no se “agota” con el uso. Si el dispositivo está en buenas condiciones y no tiene fugas, no es necesario reemplazarlo constantemente. Aún así, hay situaciones en las que es necesario reponer el gas. Vea a continuación cómo identificar el momento adecuado.
1. El aire dejó de enfriar
Si el aire acondicionado está encendido pero no hace tanto frío como antes, podría ser señal de que hay un nivel bajo de gas refrigerante. Este es uno de los principales indicios de que puede haber una fuga en el sistema.
2. Hielo en la unidad interior
La presencia de hielo en los tubos o en el evaporador es un fuerte indicio de que no hay suficiente gas. El sistema intenta compensar la falta de líquido, lo que provoca una congelación anormal.
3. Aumento del consumo de energía
Cuando no hay gas, el aparato necesita trabajar más tiempo para intentar alcanzar la temperatura programada. Esto puede provocar un aumento considerable en su factura de electricidad.
4. Ruidos inusuales o funcionamiento irregular
Ruidos inusuales o encendidos/apagados anormales también pueden indicar una falla relacionada con la presión del gas refrigerante.
5. Fuga visible u olor inusual
Algunos tipos de gas tienen un olor característico. Además, puede haber presencia de aceite cerca de las conexiones o tuberías, lo que indica una fuga física en el sistema.
¿Cuándo es necesario rellenar el tanque de gas?
Después de identificar y reparar la fuga.
Durante el mantenimiento donde se han cambiado las tuberías.
Cuando se produce una pérdida de presión detectada por los instrumentos de medición.
Importante: simplemente rellenar no resolverá el problema si hay una fuga. El sistema debe sellarse y probarse antes de reintroducir el gas.
¿Quién debe cambiar de gas?
La recarga de gas debe ser realizada únicamente por un técnico calificado, con el equipo adecuado para medir la presión, localizar fugas y garantizar que se utiliza el tipo de gas correcto (R-22, R-410A, R-32, etc.).
Conclusión
Si su aire acondicionado funciona débilmente, se congela o actúa de manera extraña, puede que sea momento de revisar el gas. Sin embargo, recuerda: el gas no desaparece por sí solo. Cada recarga debe ser precedida de una evaluación técnica detallada. El mantenimiento preventivo evita gastos innecesarios y aumenta la vida útil del dispositivo.