• Fallos en las válvulas de alivio, tanto mecánicas como por ajuste inadecuado de la presión;
• Suministro inadecuado de vasos comunicantes;
• Daños causados por impacto externo de equipos móviles, como carretillas elevadoras;
• Corrosión externa, más rápida en condiciones de mucho calor y humedad, especialmente en las partes de baja presión del sistema;
• Grietas internas en recipientes que tienden a ocurrir cerca de los puntos de soldadura;
• Atrapamiento de líquido en las tuberías, entre válvulas de cierre;
• Exceso de líquido en el compresor;
• Vibración excesiva en el sistema, que puede provocar fallas prematuras.