Evite que las fuentes frías estén cerca de las calientes;
Mantenga cerradas las puertas de los equipos de frío;
Evite la formación de hielo en el equipo;
Evite obstruir la salida de aire frío de los equipos;
Ajuste la temperatura de los equipos a las necesidades de conservación de los alimentos;
Ejecute mantenimiento periódico;
Haga el pre-congelamiento de los productos.